Día del Maestro • Palabras para los docentes



Todo comenzó cuando te vi: caminabas con pasitos cortos, la carita oculta detrás de la pollera de mamá. No sabía tu nombre, ni tú sabías el mío, pero al intercambiar miradas, supimos al instante que íbamos a compartir una gran aventura. 

En cuanto extendí mi mano la tomaste con confianza y caminaste seguro por ese patio gigante que prometía días de juegos y alegría. Y a partir de ese momento comenzamos a construir juntos hermosos puentes que nos conectaban con los demás, con el conocimiento, con la vida misma. 

Este es uno de los tantos relatos que como docentes vivimos a diario. Albergamos en nuestro corazón a cada uno de nuestros alumnos y los acompañamos por un ratito en esta aventura maravillosa que es la vida. Que tarea tan noble y tan difícil a la vez. 

Cuánta responsabilidad asumimos al seguir esta vocación. El llamado a servir es solo el comienzo, luego se sucederán horas de dedicación y compromiso para estar a la altura de la responsabilidad asumida. 

¡Cuánto amor en cada propuesta, cuánto entusiasmo en cada actividad planificada! Y no siempre resulta como esperábamos. Y allí nomás, a buscar nuevas posibilidades, porque este es el arte de ser docentes, llevar esa pasión por ayudar a los niños a descubrir este mundo maravilloso y no bajar los brazos nunca. 

En esta fecha tan especial en la que conmemoramos a Domingo Faustino Sarmiento quiero decir a todos los docentes: 

¡Gracias! 

¡Gracias con el corazón emocionado!


¡ Gracias por la dedicación y el amor de cada día! 

Grandes desafíos nos esperan, allá vamos, con este gran amor que profesamos, en palabras de San Agustín “…si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa, sino lo que ama.” 

¡Feliz día! 

Susana Faig