El trabajo instrumental genera competencias importantes para el desarrollo musical y personal. En primer lugar se necesita una buena elaboración individual para desarrollar las técnicas instrumentales necesarias de cada canción.
Luego tenemos el compromiso hacia el trabajo grupal, el cual tiene que ser consciente y preciso, no solo rítmica sino también melódicamente.
Esta actividad musical genera armonía entre sus miembros, ya que los aportes individuales generan un todo de manera sincronizada, alcanzando así la melodía buscada.