"El mundo es eso –reveló–. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende." Galeano
Vivir semejante experiencia como docente me lleno el alma y me enseño muchas cosas.
Los niños exploraron el maravilloso mundo de la naturaleza durante dos dÃas sin sus padres." Ya están más grandes" Ver aquellas caras de alegrÃas, los cuerpos moverse ,corriendo y saltando por el bosque hace
entender porque luego vuelven tan felices. Hicieron tantas actividades recreativas. Para empezar armaron sus carpas solos, con la ayuda de los profes, pero eran los niños quienes debÃan pasar por la aventura de realizar bien su propio techito. Todo el dÃa la euforia acompaño cada momento. Las canciones eran permanentes y los juegos supremos. Lavaron, ordenaron y se ensuciaron. Los juegos pasaban y ellos disfrutaban. La noche llego y con ella el momento del fogón , cada grupo preparó una canción o "show" para compartir. Las risas sonaban en cada rincón del espacio. El baile final con la canción "Terrorifica" hizo del cierre un precioso momento. Algunos sintieron el nerviosismo de estar lejos de casa , pero los profes hacÃan de eso una pequeñez con el abrazo y la contención.
Agradezco haber compartido la aventura hermosa con ellos. Agradezco el grupo de los profes que se encarga del campamento es sumamente responsable y divertido.